Desde lo alto del castillo, la princesa Maro espera por las noches sigilosas a su hombre llamado Omar. Juntos deben luchar por este amor puro y enfrentar la prohibición de un padre religioso y controlador, cuya expresión los hace libres, misteriosos, pero también pesadillescos. Los versos juegan con el uso del anagrama al cambiar, con mucha creatividad, la palabra amor para designar todo lo que rodea a los jóvenes amantes. Una sola palabra puede transformarse en nombres, sonidos y destinos misteriosos. El texto lírico se potencia con una propuesta visual marcada por un abanico de colores pasionales a doble página como el rojo, morado y fucsia, los que refuerzan, a doble página, el escenario de esta historia amorosa. El libro se destaca por su calidad estética en la que tanto texto como imagen complejizan las maneras de abordar la temática desde el enigma de una sola palabra.