En la primavera muchos árboles se embellecen más de lo que ya son, cubriéndose de flores para alegrar a todos. A diferencia de ellos, la higuera luce triste y gris entre todas las destacadas especies que la rodean y miran. No obstante, para la voz piadosa de este poema, es la más hermosa. Con ella, la mujer puede comunicarse y sentirse escuchada. Los colores vivos de los árboles contrastan con el grisáceo de las ramas ásperas, por medio de representaciones visuales de mujeres que rodean a la protagonista de este álbum lírico, quien, en su contemplación solitaria, se abre a un mundo interior bello y enriquecido. Este rescate editorial destaca por otorgar un sentido genuino a la ilustración que, lejos de ser solo un acompañamiento a la palabra, releva la representación de lo femenino, de una sujeta que, en la autenticidad de la higuera, ve su propia identidad y belleza.