Jules se inicia como aprendiz en el estudio fotográfico más importante de su ciudad, donde aprende el oficio del retrato fúnebre. La muerte se convierte en parte de su rutina, hasta que ocurre un evento inesperado. Este libro álbum rescata los inicios de la fotografía en Chile, así como el arte fotográfico mortuorio, retomando la tradición del angelito y el patrimonio cultural del puerto de Valparaíso. Las ilustraciones, a base de tinta negra y con tonalidades ocre, aportan, de manera significativa, a la lectura, dando pistas que completan lo insinuado por la brevedad del texto. El entrecruzamiento de miradas, la presencia sutil de la técnica pictórica conocida como “la trampa ante el ojo”, la construcción gráfica de una ciudadela migrante y la asunción de la tragedia como parte de la existencia humana hacen de este libro una pequeña obra de arte. Recomendado desde los 10 años.