Una luna, un gato y un ratón son los personajes de los haikus que componen este libro. La luna observa y se transforma; el gato acecha curioso al ratón, quien, rápido, se esconde y sueña con tocar a la luna. De pronto, se acaba el conflicto entre los animales para acompañar al satélite juguetón. Las ilustraciones en blanco y azul cumplen un rol fundamental a doble página, tonalidad determinada y cambiante que, a la vez, aporta a la representación de los personajes. El álbum lírico destaca tanto por su calidad literaria, en que los pocos versos por página agilizan la imaginación, como también por su apuesta visual, por medio de ilustraciones alusivas a la cultura japonesa y por la disposición de la página, aspecto que le da ritmo y musicalidad a la lectura desde la forma en que se presentan los personajes hasta la distribución del texto.