Una araña tuvo 213 arañitas. Todas fueron criadas y alimentadas como corresponde, pero una salió bien rara: por alguna razón, que nadie de su familia podía explicar, no creía ser una araña pequeña, oscura y que despertaba temor en las personas, sino una mariposa de lindas y coloridas alas. Se trata de una historia sencilla y de humor que logra despertar rápidamente la simpatía del lector por esa araña que es incapaz de reconocerse como tal, causando gracia la incoherencia entre su apariencia y su personalidad. Las ilustraciones acentúan las emociones que el personaje va viviendo a lo largo de la historia, a través de una caracterización adorable con dos enormes y expresivos ojos. A pesar de su corta extensión, la obra presenta temas complejos, como la identidad y la necesidad de salir del hogar para descubrir quién se es.