Prudencia es un cerdita que sueña con ser bailarina, pero su timidez le juega una mala pasada, lo que le permite descubrir rápidamente su nueva pasión: el fútbol. Este es un libro para los lectores que comienzan a leer de manera autónoma, que entrega de manera evidente un mensaje positivo: volver a creer en uno mismo y disfrutar de la vida. Sin embargo, la rápida forma en que se resuelve el conflicto a pesar de los complejos momentos que enfrenta Prudencia hace que la historia pierda verosimilitud e impide que el lector reflexione. La intención de aleccionar es evidente y no deja espacio a interpretaciones. Las ilustraciones acompañan la historia, facilitando el proceso lector.