Guy Delisle supervisó la realización de una serie animada francesa en uno de los países más herméticos del mundo: Corea del Norte. En este cómic autobiográfico, el autor relata con gran humor los choques culturales a los que se enfrenta durante su estancia en el país: una mujer que escucha sin parar la ópera compuesta por Kim Jong-Il o tener que ponerse chaqueta y corbata para entregarle flores a la estatua de Kim Il-sung, son algunas de las peripecias que muestra y que, por medio de sus dibujos, transmiten la extrañeza con la que él las experimentó. El ritmo de la narrativa gráfica es cautivante, ya que, pese a la seriedad del tema, el narrador-personaje lo aliviana al transmitir su punto de vista irónico y crítico. Recomendado desde los 13 años.