Un niño va al zoológico con su hermano menor, su papá y su mamá. Los niños tienen hambre, se pelean y todo lo encuentran aburrido, mientras que el papá está malhumorado, dice chistes que solo él encuentra graciosos y se queja de sus hijos. Las ilustraciones son excelentemente detalladas, incluso algunos animales parecen fotografías. El texto, extenso en algunas páginas, es de color negro y contrasta con el fondo blanco de manera limpia y ordenada, lo que facilita su lectura. En la narración se percibe una crítica hacia el comportamiento desagradable de los personajes que resuena en el comentario que la madre hace hacia el final de la historia: "Yo creo que el zoológico no es realmente para los animales, sino para las personas". Dado que esta crítica no está explícita, algunos niños podrían necesitar un poco de guía para reflexionar sobre ella. Se recomienda para niños y niñas entre 6 a 9 años, idealmente con mediador.