El libro contiene diez dibujos realizados por la artista chilena Valentina Cruz entre 1973 y 1984, hechos con distintas técnicas (tinta china, lápiz color y carboncillo) y que invitan a reflexionar sobre la vida y la naturaleza desde el arte. Cada ilustración está acompañada de una pregunta, cuya respuesta no busca cerrar las posibles interpretaciones de cada imagen, sino que amplía el horizonte de expectativas de la lectura. Esta dinámica, cercana a la filosofía, posibilita una profunda reflexión sobre cómo el ser humano piensa y contempla el mundo que le rodea, desde una subjetividad personal posible de compartir con otros. Al final, la autora explica la inspiración de cada dibujo y en qué medida el contexto histórico influyó en su ejecución. Obtuvo el Premio The White Ravens en 2018. Se recomienda desde los 8 años.